domingo, 15 de septiembre de 2013

¿Y si quiero ser un robot?

Como los que me conocen saben, he descubierto el secreto del comportamiento humano. ¿Nunca te has encontrado en la situación de preguntarte a ti mismo, o a ti misma o a.. -hummm, maldito castellano y su ahorro del género neutro latino, ¡¿cómo voy a dirigirme ahora a los fantasmas o gatos/animales/plantas que usan ordenadores como ves en fotos de internet que estén leyendo esto?!- dejémoslo en ti mismo, "¿Por qué ha hecho eso?" ante algún comportamiento que no te ha parecido del todo correcto, o simplemente cualquier cosa? La respuesta es simple. Potencia. Ése es el secreto.

Porque puede.

Simple y llanamente. Es el primer mandamiento de esta mi secta que iré dando a conocer. También tenemos una división encargada del culto a Galactus -si no sabes quién es busca en nuestra diosa del sabelotodismo-sea-cierto-o-falso Wikipedia, que tiene un artículo dedicado y no está mal del todo- y al aire de las bolsas de patatas fritas, y otras muchas cosas, pero eso ya son otras historias. ¡¿Y cuál es el segundo, porque si hay un primero seguro que hay un segundo?!, te preguntarás. Pues no, mal, te creías muy listo, Calisto. En realidad es un 1.1, la realización de ese mandamiento.

El porque quiero.

Y tú, lector, o lectora, o lectoro, estarás preguntándote, ¿y qué pasa con todos esos que van por ahí, siendo unos "quiero y no puedo"? Ésos, quieren y pueden. Pero no lo saben. Pero me estoy yendo por las ramas. 
Yo sí que quiero y no puedo. El título de la entrada viene dada por todos esos captcha, que, para el que no lo sepa, o no sea muy marinero internetero, son esos simpaticos amiguitos que se empeñan en averiguar si eres "humano" simplemente porque sepas leer unas letras y números. Y yo me pregunto, si eres miope nivel Hans topo, eres analfabeto, o estás muy borracho, ¿dejas de ser humano? ¿Te conviertes en un robot? Entonces, ¿ya no debes navegar por internet? ¿No es eso racismo? ¡Así normal que luego quieran acabar con nosotros!
Antes de que salga el típico listillo diciéndolo, sí, sé a qué vienen los captcha, y para qué sirven; sé que no se refieren a posibles R2-D2 con ganas de bajarse la discografía de Metallica, sino a programas para hacer las cosas automáticas.

Sin embargo, ¡quién fuera robot! ¡Casi todo ventajas, oiga! Primero, tu mayor problema será quedarte sin batería o el óxido, pero nada que no se arregle con un buen cuidado y sabiendo cuidarse eficientemente. Segundo, imagina tener partes intercambiables: hoy, una carcasa con forma de armadura samurai; mañana igualita a Optimus Prime; y pasado, pues me convierto en Ultrón y me os cargo a todos, leñe, que ya  va siendo hora de ponerse rayos láser e ir cumpliendo tópicos. Submit or perish. Y es que el tópico está ahí porque sería la opción más lógica, que si nuestros amiguitos a circuitos tienen una característica es la de ser lógicos. Y digamos que, si la función del robot es proteger a un ser humano, ¿qué hay más peligroso para ese ser humano, que sí mismo u otro ser humano? No necesitamos pensarlo mucho. Es así. Sólo pon la tele en casi cualquier cadena entre las dos y las cuatro p.m. para confirmarlo. No hay ser más destructivo que la especie humana. Por acción o inacción, tanto da. Tercero, durarás tanto como duren tus pilas, y si son Duracell, ya ni hablemos. Podrás ver y oír todo cuanto te propongas, saber tanto como estés dispuesto a querer, viajar adonde sea, y muchas otras cosas más para las que no te dará tiempo en tu cuerpo frágil de humano. Serás potencia pura y dura. 

Yo estoy deseando que vivan entre nosotros, en un idealista futuro de fraternidad entre robots y humanos. Y si la cosa se pone chunga, yo, que siempre habré tratado amorosamente al mío, le pediré que me proteja de los demás seres humanos, que de mí mismo ya me protejo yo. Yo, el aún no robot. Que no me impidan soñar con mis lanzacohetes de los hombros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario